Curso de seducción #4: El hetero en los bares

En la lección anterior hemos estudiado cómo tener una relación de amistad con un hetero. Ahora lo que toca es familiarizarnos con los distintos entornos en los que esta relación puede desarrollarse. El primero que analizaremos será el de los bares, por ser el más habitual.

El bar viene a ser el hábitat natural del hetero puro. También es el hábitat natural de muchos gais, pero es otro tipo de bar y, además, no es el tema. O sea, que me estáis liando, que los bares son el hábitat natural de muchos hombres, pero nos vamos a focalizar en el tipo de bar al que acuden los heteros.

Podríamos distinguir tres tipos de bares:

El bar de barrio

Heteros en un bar, el día
que gana su equipo de fútbol

¿Ya estás en el bar? Bien, mira a tu alrededor. ¿Ves el serrín en el suelo y una escupidera junto a la barra? Entonces estás en un bar de barrio. Y, bueno, si la escupidera se utiliza para su fin original (es decir, para escupir en su interior), me atrevería a decir que se trata de un bar de pueblo. No es que seamos clasistas, pero es que vivir en Madrid nos ha hecho tan cosmopolitas que a veces ni nos aguantamos.

Un bar de barrio se caracteriza especialmente por una televisión en la que se emiten todos los encuentros deportivos habidos y por haber. Si, por la circunstancia que sea, en ese momento no hay ningún deporte en emisión, se pondrá cualquier canal al azar que no sea La 2.

El hetero que se reúne con sus iguales en este tipo de bar busca cercanía. Mientras se encuentra pisando serrín, su interés se centra generalmente en beber cerveza como si no hubiera un mañana y arrasar con las tapas. Es el momento en que es más fácil socializar con el hetero, ya que está más dispuesto a hablar de temas personales... salvo que se celebre algún partido o encuentro deportivo, en cuyo caso será de aplicación una lección próxima que versará sobre el deporte.

¿Cómo ganarte a tu hetero en un bar de barrio? Muy sencillo: igual que se domestica a un perrito. Ofrécele comida y bebida.

El bar de copas

Si en el bar en el que estás se da una situación similar,
seguro que puedes ligar, pero no con tu hetero

En un bar de copas el instinto del hetero es radicalmente distinto al que muestra en un bar de barrio. En este caso su principal objetivo será el de ligar alguna fémina. Como la sexualidad hetero es tan compleja, en la mayoría de las ocasiones no conseguirá cumplir su misión, por lo que calmará las penas con las bebidas.

En este tipo de local hay menos espacio para la conversación, y esta será más de índole sexual. Es importante seguirle la corriente y hacerle ver que tenemos el mismo interés que él para que, cuando se frustre, podamos acompañarle al baño a vomitar todo el alcohol que ha mezclado en su organismo. Y un hombre que vomita, amigos míos, siempre está más abierto. Eso aparte de que un hetero que se había hecho ilusiones de tener relaciones sexuales, cuando asume que la realidad es que va a tener que hacerse un "mano a mano" si quiere liberar todo el amor que rezuma en sus testículos, es mucho más receptivo a la hora de evaluar "alternativas".

El bar fashion

Podríamos considerar un tercer tipo de bar: el bar fashion. Está a medio caballo entre un bar y una cafetería, y se caracteriza por una decoración exquisita (podría oscilar entre retro/trash y pijo total), servicio de mesa con camareros uniformados, precios elitistas y una carta de gin-tonics de dos páginas o más. Si tu hetero te lleva repetidas veces a este tipo de bar y no es aristócrata o un alto ejecutivo de una multinacional, no lo dudes: es un mariconazo de tomo y lomo. Seguramente será pijo, eso será algo con lo que tendrás que lidiar por tu propia cuenta (algún día lanzaremos "Cómo seducir a un pijo"), pero puedes estar seguro de que pierde más aceite que la furgoneta de Locomía. Lánzate al ataque y pasa de este curso.

Conclusiones

Sea cual sea el tipo de bar, hay que estar alerta para cuando pueda surgir una explosión de empatía, en forma de exaltación de la amistad. Las exaltaciones de amistad siempre son un buen momento para el arrimamiento y el afianzamiento de amistades.

Por otra parte, lo interesante cuando se sale del bar es que tu hetero esté lo suficientemente ebrio o, al menos, entusiasmado. Las opciones serían:

• Ofrecerte a acompañarle a su casa. Una vez allí, hazte el remolón y plantea que te viene muy mal llegar hasta la tuya (limitaciones de transporte público, seguridad ciudadana...) a ver si te invita a quedarte a dormir.
• Ofrecerle ir a tu casa a tomar "la última", y luego invitarle a quedarse a dormir.

¿Por qué es interesante dormir en la misma casa? Porque nunca se sabe qué puede pasar. A veces, surge la idea de ver alguna película, tal vez algo de porno. Eso siempre aporta algún tipo de experiencia digna de recordar. Otras veces, por evitar el lío de poner sábanas y mantas en el sofá, se acaba antes compartiendo cama. Al fin y al cabo, entre hombres... Además, a la mañana siguiente se crean nuevos lazos de compañerismo, sin despreciar la posibilidad de verle, como mínimo, en ropa interior. Eso sí, tenemos que tener claro que una cosa es quedarse a dormir en su casa espontáneamente, y otra muy distinta llevar nuestro secador.

Esto es todo por hoy. En la próxima lección analizaremos el maravilloso mundo del deporte hetero.