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No se cómo ni por qué, nos volvimos inseparables. Siempre quedábamos los dos, íbamos a su casa, yo esperaba que se vistiese, y ya a la hora que terminase quedábamos con el resto. En esta época empecé a salir con una chica pero poco a poco fui perdiendo el interés a medida que conocía más a Luis.
Poco a poco iba siendo más cariñoso conmigo, nos lo contábamos todo, si me veía por la calle, daba la vuelta con su moto y venía a buscarme para acercarme allá donde necesitase ir, me acariciaba la cara mientras hablábamos, si yo lo buscaba en su casa siempre sacaba algo para mí. Su comportamiento cada vez era más extraño.
Estaba tan confuso que lo hablé con un par de amigas (que siempre habían sido muy intimas y cercanas y en las que tenía plena confianza). Y ellas habían notado algo raro en nosotros también.
Decidí, para ver su reacción, contarle a Luis que últimamente estaba confuso y comenzaba a creer que me sentía atraído también por los hombres. Su reacción fue muy buena pero nada diferente a la de un buen amigo.
Pasó ese día y para mi sorpresa, desde entonces, en vez de distanciarse, comenzó a acercarse más aún. Las caricias eran cada vez más evidentes y sin venir a cuento, sus comentarios cariñosos... Pensé que serían paranoias mías y olvidarme del tema.
Llegó final de curso y decidimos salir de fiesta. Yo me incorporé mas tardé ya que tenía cosas de clase que atender. Cuando llegué estaba él, en ese momento solo, ya que los demás habían ido al baño. Por su aspecto noté que había bebido bastante ya y me acerque a saludarlo. Esta vez vino rápido y eufórico por verme, y comenzó a abrazarme. Al separarse un poco comenzó a besarme en las mejillas y cuando quise darme cuenta vi que sus labios se dirigían a los míos. Quizás por ser mi amigo, quizás porque lo vi muy borracho, pero mi reacción fue apartarlo antes de llegar a mis labios.
Pensé que sería cosa del alcohol, un simple accidente de coordinación, pero estas dos amigas que os comente antes, lo vieron todo. El resto del grupo seguía sin llegar, y ellas como un juego, tuvieron la ocurrencia de sugerir a modo de juego que nos besáramos. Yo me negaba pero veía como el no oponía resistencia y medio asentía. Cuando realmente me decidí a hacerlo, llegaron los demás y no pude concluir.
El resto de la noche pasó como si nada, y poco a poco nos fuimos distanciando, debido también a que conocí a alguien y el prefirió también por parte separarse.
Ahora tiene novia, cada vez que lo encuentro sigue abrazándome y apretándome con cariño, pero nunca he tenido el valor de acercarme más a él.
Cada día, recuerdo esa noche y pienso que si no me hubiese importado que Luis estuviese borracho y haberme aprovechado de la situación no retirándolo de mí, la cosa habría sido muy diferente. Mientras tanto seguimos manteniendo el contacto muy puntualmente.
Deberías de hacer algo antes de que sea media noche!
ResponderEliminarporque se acaba el encanto y ya no habrá otra oportunidad.
Si el te gusta, ármate de valor y ve a por él.