Paloma Aznar, Vampirella para los amigos, tan pizpireta y elocuente como siempre, nos regala una serie de anécdotas e impresiones sobre lo ambiguo del placer y lo divertido que es estar un poco al margen de encasillamientos y que las cosas no siempre sean lo que parecen... ni parezcan lo que son.
Ella no tiene problemas para seducir heteros, primero porque ella es así de mona, y segundo porque ella también es hetero. Pero sí que nos va a dar una importante pista sobre cómo hacer feliz a un hombre hetero (un asturiano, en este caso).
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