¿Qué nos traerá el 2015?

Entrar en 2015 es todo un hito. Cada siglo, solo hay una ocasión en la que el año termina en 5 pero no tiene la rima que le correspondiera: quince no casa con hinco. Podemos prever que eso significa que será un año cabrón como los anteriores, pero también puede ser un año especial para la suerte.

Para saber si va a ser un año bueno o malo, vamos a repasar qué sucedió en otros años terminados en quince para luego extrapolarlo a la actualidad. Es un ejercicio absurdo que no conduce a nada, ciertamente, pero cuando se remueve el cajón de mierda que es la historia se encuentran cosas interesantes...

¿Cómo fue 1915?

Recreación del terremoto. Sí, y además somos fans de la serie
Padre de Familia (Family Guy).

El año empezó con un desbordamiento del río Támesis y un terremoto en Italia que mató a casi 30.000 personas, pero en España hacíamos progresos... creando el primer censo de la lepra. En febrero no hubo luna llena, lo cual siempre hay un iluminado que dirá que trae muy buena suerte y hace chorraditas para compartir en las redes sociales... que no existían por aquél entonces. Lo de que no haya luna llena, por otra parte, es un poco drama si estás enamorado o vives en Crepúsculo y te has liado con un hombre lobo. Por lo demás, 1915 fue un año bastante normal (teniendo en cuenta que era la Primera Guerra Mundial y había tensiones internacionales, bombas, muertos y cosas así).

¿Cómo fue 1815?

Recreación de la batalla de Waterloo, por Abba.

Este es un año comodín, ya que es bueno o malo según tus afinidades políticas. De hecho, más de un político querría revivir esta época. Hechos tan dignos de celebración (con importancia capital) como la independencia de Andorra, con todo lo que eso ha supuesto (y el impulso económico que le ha dado a los fabricantes de sobres). O que 10.000 militares empezaran el año entrando a saco en Venezuela (no sabemos si alguno llevaría coleta) y luego, los mismos, terminaran el año fusilando al líder revolucionario mexicano José María Morelos. Hay que ver cómo era España antes de la Alianza de Civilizaciones. Nuestras relaciones internacionales no han cambiado mucho desde entonces. Lo único bueno de 1815 fue la batalla de Waterloo, que inspiraría la canción homónima de Abba, y que todavía se recuerda.

¿Cómo fue 1715?

Metáfora de la monarquía española actual.

España y Portugal hacen las paces y Felipe V se casa con Isabel de Farnesio. No hay muchos más datos de esa época porque todavía no se había inventado la Wikipedia (ni la revista ¡Hola!), así que todo se reducía a lo que hacía la monarquía.

En realidad los reyes no hacían cosas muy distintas a las que hacen ahora, solo que por esos tiempos hacían guerras y así tenían a la gente entretenida. Lo mejor eran los chismes, que tampoco eran muy distintos a los actuales: antes se iban a ver a las amantes en caballo y ya más recientemente lo hacían en moto.

Por tanto, ¿qué podemos esperar en 2015?

Si partimos de la base (posiblemente errónea, pero es solo una hipótesis) de que la historia es cíclica y siempre se repite, nuestra predicción haciendo un mashup de todo lo anterior es la siguiente:

El año empezará con un terremoto, con toda la campaña electoral para las municipales y autonómicas, y con más de un partido con un pie en la luna sin enterarse de lo que está pasando en este país. O sin querer enterarse.
En ese contexto bélico-electoral, se va a hablar mucho de Venezuela. No sabemos por qué, es solo un presentimiento.
Se seguirá hablando mucho de la independencia de Andorra y su importancia capital. De hecho, pillarán algún político más de ida y vuelta y dirá que solo quería celebrar el tercer centenario del país.
No se sabe cómo, pero los mexicanos nos devolverán lo de 1815: Mónica Naranjo (que es catalana, pero triunfó en México) sacará un sorprendente nuevo disco... de versiones de sí misma.
Los reyes seguirán haciendo cosas de reyes, pero en el siglo XXI. Eso incluye mandar cabezas de sus propios familiares, juzgado mediante: No-os lo perdáis.
Y además: el juicio del pequeño Nicolás, más programas de gente desnuda en Telecinco, muchos escándalos políticos, pactos y alianzas en partidos políticos que no se entenderán, gente sin escrúpulos y mucho puteo en las calles (que no podrá ser grabado en vídeo por la nueva ley de seguridad ciudadana) que no sabemos en qué acabará, más acusaciones que denuncias...